Un día gris en el Gallardón de Lomas de Zamora

Jugaban Los Andes - Atlanta. En esa época podíamos ponernos detrás del arco que ahora Los Andes remodeló con una nueva cabecera. Pegados al alambrado, Willy (mi primo), mi hijo Nico y yo observabamos el partido.

Los Andes podía ganarlo, pero no la embocaba. A nuestro lado, un viejo de incontables años, miles quizás, comenzó a acomodarse la bufanda y haciéndose trompeta con las manos gritó hacia el banco de suplentes de Los Andes:

- Anzarrrrrrrrdaaaaaaaaaa, poné a Da Graccaaaaaaaaaa la puta que te parió! -

Nosotros lo miramos y al ver lo serio de su semblante no quisimos que notara la gracia que nos había causado esa voz aguardentosa rajandole la garganta desesperado. Luego el viejo se tocó la garganta por el dolor del grito.

5 minutos después lo repitió:

- Anzarrrrrrrrdaaaaaaaaaa, poné a Da Graccaaaaaaaaaa la puta que te parió! -

Esta vez nos sonreímos y el nos hizo un ademán como dando por sentado que el "Chavo" no entendía un carajo y que Da Gracca era la solución.

Gritó 4 o 5 veces más hasta que de pronto Da Gracca comenzó a calentar y al viejo se le dibujó una sonrisa. Me codeó como diciendo - ¿Y?, ... ahora vas a ver -

Entra Da Gracca. Corre, se muestra, está fresco.

Pelotazo de Villagrán a espaldas del 6 y Da Gracca que pica al vacío mano a mano con el arquero. El viejo se agarró del alambre. Cuando Da Gracca (hijo) va a parar la bocha, esta se le escurre por debajo del botín derecho.

El viejo se volvió a acomodar la bufanda, y nuevamente hizo corneta con las manos:

- Da Graccaaaaaaaaaaaaaaa la reputa madre que te parióooooooooooooo -

Nos miró y se sonrió, - ... otro muerto ... - dijo, y acomodándose la gorra se fué.

El Chavo Anzarda se retorcía de la risa en el banco, y nosotros también. ¡Que grande el ascenso carajo!

Enviado por Peppe de Lomas.
Muchas gracias!