El penal más largo del mundo

El campeonato en el que Atlanta se salvó de descender a la C tuvo un condimento muy especial. El 5 de abril de 2003 Atlanta jugaba con Defensores de Cambaceres en Ensenada. Los hinchas locales, a los 36 minutos del segundo tiempo y con el partido 0 a 0, se colgaron del alambrado e impidieron que se pateara un penal para Atlanta.
El árbitro Alejandro Toia decretó entonces la suspensión del encuentro.
El Tribunal de Disciplina decidió que el partido continuara a puertas cerradas en la cancha de Argentino de Quilmes -la de Cambaceres fue suspendida- . El penal fue ejecutado el 29 de abril (es decir 24 días después).
Lucas Ferreiro lo pateó a la izquierda del arquero César González. Quedaban 9 minutos por jugarse y en ese tiempo el traje de héroe se lo puso Darío Barrera (arquero de Atlanta) que salvó un mano a mano que hubiera decretado el empate.

EL PENAL MÁS LARGO
Juan Zuanich (PUBLICADO EN EL DIARIO CLARIN)
Adónde le vas a pegar en el penal, Lucas?
—Adentro, Pasini.
La pregunta y la respuesta son viejas ya. Sucedieron una mañana luego de un entrenamiento de Atlanta. Lucas Ferreiro le contestó a Salvador Pasini, técnico de Atlanta, con la verdad. Porque el penal, que se pateó ayer en la cancha de Argentino de Quilmes, donde se jugaron los nueve minutos que le faltaban al Cambaceres-Atlanta suspendido hace 24 días, fue adentro. Y ganó Atlanta 1 a 0. Ayer, cuando todo pareció inventado por un guionista, un escritor. En fin, por un inventor de historias.
Es que todo fue así, con características casi imaginarias, en la tarde en la que se pateó el penal y se jugaron los famosos nueve minutos. Llovía mucho, se jugó en esa cancha calcada de un viejo estadio inglés de los años 50 como es la de Argentino de Quilmes, y había cien hinchas de Atlanta. Escapados de sus trabajos, de traje, con camisetas, con banderas. Era a puertas cerradas, sí, pero en el acceso había una especie de lista de invitados. Si uno estaba ahí, adentro. Si no, a sufrir desde afuera.
Como lo sufrieron un montón de hinchas de Atlanta. Para saber estuvo la AM 570 relatando, o el sitio de Internet La Taberna del Siome, que estuvo conectado con gente que estaba en la cancha, y le entraron 120 visitas en nueve minutos. Cuentan que un bohemio que trabaja en París y que tenía una importante cena allí, pidió disculpas a sus compañeros de mesa y llamó a un celular que le entregó la noticia esperada. Si festejó o no, o si intentó abrazarse con algún economista extranjero ya es parte de la fantasía que pueda tejer cada uno.
El penal entró y fue festejo sonoro. Y sonó fuerte el "no se va, Atlanta no se va". Y hasta hubo que sufrir, cuando Barrera le sacó el empate a Chiappetta y le quitó a Ferreiro la totalidad del protagonismo en esta historia. "Cuando Lucas fue a patear el penal, sentí que moría o seguía viviendo", exageró Salvador Pasini. "Lo iba a patear a la derecha del arquero, pero sobre la marcha cambié".
—¿Por qué?
—No sé.
Tiene razón Ferreiro. Esas cosas no se explican. La pasión infantil que embarca a los hombres detrás de un sueño llamado fútbol, tampoco.

El penal mas largo del mundo (cuento de Osvaldo Soriano)

Enviado por Felipe Leibovich, director periodístico de http://www.planetabohemio.com.ar/
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