Camino del Buen Ayre y Sarratea, terreno donde se construirá en nuevo estadio. La cancha de Central Ballester desapareció: se la llevó una villa.
No es una metáfora, fue unarealidad.
La historia la cuenta Fernando González, el presidente de este club que juega en Primera Dy es el único afiliado a la AFA que, además de estadio, tampoco tiene sede: "Somos el club más pobre delpaís, pero lo que nos pasó con lacancha fue por mala suerte".
"Cuando ascendimos a la C,en 1996 –continúa González–, la AFA clausuró momentáneamente
nuestro estadio, que quedabaen José León Suárez, al lado dela villa La Cárcova. Entonces tuvimosque alquilar la cancha de Colegiales y notamos que La Cárcova empezó a crecer. Pero creciótanto que un día, aprovechandoque nuestro estadio no se usaba, los ocupantes del asentamiento rompieron el alambrado, entraronal campo de juego, tomaronel terreno y se instalaron. Nunca más pudimos jugar ahí. La cancha desapareció, no queda nada."
La toma del estadio también amenaza a otros clubes, como a Barracas Central, de la Primera C, cuyo estadio está ubicado en lasproximidades de la villa 21. Según un folleto repartido por vecinos de Barracas y Parque Patricios, "los dirigentes del club se turnan para dormir dentro de la cancha porque corre peligro de ser tomada.
Ya hubo enfrentamientos con muchos heridos". Pero, hasta ahora, Barracas resiste.
En cambio, desde que su estadio desapareciera, Central Ballester se convirtió en un pariaque va de un lado a otro. Ahora alquila el estadio de FC Urquiza, curiosamente llamado El Monumental de Villa Lynch, que tiene capacidad para 500 personas y un palco de prensa, escrito en inglés –press–, con cuatro sillas. Pero la buena noticia es que, hace quince días, Ballester empezó a construir su estadio. "Está en Camino delBuen Ayre y Sarratea. Esperamos inaugurarlo a fin de año. La ilusión también es tener una sede.Ahora somos diez locos yendo de un lugar a otro, como gitanos, parareunirnos", dice González.
La reconstrucción de Ballesterestá en marcha, pero tampocoserá fácil. Son tan pocos los socios que pagan los 6 pesos de cuota que González responde con una precisión imposible de encontrar en otros clubes: "Ahora tenemos 112 hinchas que pagan todos los meses".
Al menos, Ballester –cuyo clásico histórico es Acassuso– ya no sufre el robo de camisetas, como le pasó cuando aún jugaba en José León Suárez. "Un grupo de muchachos entraron al vestuario y se llevaron toda nuestra indumentaria.
Pero ahí se nos ocurrió una solución original: como tenemos los mismos colores que Rosario Central, nos pusimos en contactos con ellos y nos mandaron dos juegos de camisetas que les habían quedado del año anterior. Las usamos toda una temporada, con el escudo de Central y todo, hasta sus sponsors", recuerda González, que se despide con una frase de cabecera:
"Somos el club más pobre, pero el de mayor corazón".
Publicado en el Diario Crítica de la Argentina el 22 de Junio del 2008
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Kipzy, gracias por la colaboración!
7 comentarios:
Genial, genial artículo.
Yuts, daw palagpat imo blog.
gran post, y muy buen blog. no es la primera vez que entro, pero siempre me llevo algo bueno de este blog. Felicitaciones
jajajaj, es buenisima la de las camisetas, salió en EUB: http://enunabaldosa.com/enelplacard/?p=226
buenisimo!
recomendó tu lectura guido, y la verdad, que compartimos los gustos (?).
Genial.
Pobre Central Ballester. Pero ahora parece que estan haciendo bien las cosas por suerte.
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