A los tiros


Del otro lado del mundo...El goleador de Tigre, Leandro Lazzaro, contó su experiencia en la República Checa. "Ganamos la final de la Copa local con dos goles míos. Al salir, estaban mis amigos esperándome para irnos... y en eso veo que un grupo de hinchas del equipo perdedor se me viene encima... ¡Pero para pedirme autógrafos...! Y recordé una vez que salí de la cancha de Chicago en medio de los tiros de la hinchada de Los Andes". ¡Qué lejos estamos!, ¿no?


Fuente: Estilo K (Tyc Sports)

Puro rock nacional


Los Piojos, Los Redondos y Aldosivi en este mural marplatense.

San Lorenzo en la B: Récord de entradas.

Aquel 15 de Agosto de 1981, cuando Mario Gualberto Alles, arquero de Argentinos Juniors, le atajó el penal a Eduardo Emilio Delgado en el estadio de Ferrocarril Oeste, marcó el peor momento de la historia del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, que descendía por primera vez en sus 74 años de vida.El gol de Carlos Horacio Salinas dejaba a San Lorenzo último en la tabla de posiciones del Metropolitano 81. El chico se salvaba, el grande descendía.Alles declararía mas tarde: “Fue una sensación rara, nos habíamos ido a la B y la hinchada seguía gritando, hasta nos ovacionaron cuando dejamos la cancha”.Sin poder utilizar su estadio y con 71 juicios en contra “El Ciclón de Boedo” pasaba a jugar a la Primera B.Ese mismo público colmaba la capacidad del estadio, veinte mil hinchas azulgranas estallaron el 7 de Febrero de 1982 cuando Oscar Ricardo Ros asomó la cabeza por el túnel encabezando la fila india que iba hasta el círculo central.A pesar de hacer su debut en dicha categoría, el público hacía sentir a su equipo de Primera División. Ese día “Los Gauchos de Boedo” derrotaron a Gimnasia y Esgrima La Plata 2-1 con goles de Hugo Paulino Sánchez y el paraguayo Eugenio Félix Morel, padre del actual defensor de Boca Juniors y campeón con San Lorenzo en el 2001, Claudio Morel Rodríguez. De allí en más el equipo del recordado “Toto” Juan Carlos Lorenzo no dejó la punta ganando los primeros cinco encuentros.El la sexta fecha ocurrió un hecho histórico. San Lorenzo visitaba a Tigre de local en la cancha de River Plate, en donde se vendieron un total de 70.948 localidades.En junio, Lorenzo acepta una propuesta de Vélez Sarfield y deja el club, su lugar lo ocupó el “Piojo” José Yudica, pero a pesar del cambio el conjunto no mermó en su funcionamiento.El 6 de Noviembre de 1982 el equipo saldó su deuda con la hinchada. En la cuadragésima fecha, dos antes del final, derrotó a El Porvenir 1-0 con gol del jugador emblema del equipo, Rubén Darío Insúa. Las 57.000 almas presentes en el José Amalfitani y todo el pueblo azulgrana gritaron aliviados ¡Otra vez a jugar en Primera!. De donde nunca debieron haber bajado.

Fuente: Pablo Breschi para ISPED

Sabado Negro


El fin de semana pasado ocurrió un suceso bastante insólito. Bueno, no tanto para el Ascenso.Jugaban Villa Dálmine y Villa San Carlos en Campana, por el torneo de Primera C.Partido trabado, sin situaciones. El técnico del Violeta, Itabel, le pide a su arquero, Negro Luqui, que salga jugando desde el arco. Éste se hace el desentendio y sigue tirando pelotazos hacia el campo rival. El técnico, enojado, manda a su ayudante detrás del arco para que le repita las indicaciones, pero el verborrágico arquero responde un "dejame de romper las pelotas".Itabel decide el cambio de arquero, pero Negro se resiste a salir de la cancha. En ese momento el árbitro, confundido, para el partido para que los jugadores se refresquen debido al calor. En el intervalo parece calmarse la discusión y el arquero permanece en el equipo.El gran detonante surge cuando a Dálmine le otrorgan un penal y el mismo arquero Luqui toma la decisión de ejecutarlo, desoyendo al técnico que quería lo pateara otro jugador. Tanta mala suerte tiene el portero, que su penal es atajado por el arquero visitante y el partido finaliza igualado en cero.El escándalo continua en la semana: Itabel separa a Negro Luqui del plantel, y éste se reúne con los dirigentes para resolver su situación.
"Siempre fui la voz cantante de lo que me parecía mal, de parte de los jugadores. Con Itabel no tengo nada que hablar, lo que tenía que decir ya lo dije enfrente de los muchachos y no voy a revertir mi decisión", sostuvo Negro Luqui.Hoy por la tarde habrá una reunión en Comisión Directiva y parecería estar echada la suerte de Bernardo Negro Luqui.

Crónicas de la D

Victoriano Arenas- Argentino de Quilmes.Un día de invierno crudo como cualquier otro, la excepción era el debut de Argentino de Quilmes en la divisional "D", unos dos grados en la ciudad de Buenos Aires, y empieza la odisea hacia el estadio de Victoriano, no esperábamos un estadio como el Amsterdam Arena, eso está claro, pero las condiciones que encontramos son dignas de ser contadas.Todo empezó en un Fiat 147, salimos desde mi casa rumbo al estadio, no surgieron inconvenientes hasta llegar a la altura de Avellaneda, ahí tomamos la guía para saber que tan cerca del destino nos encontrábamos, y descubrimos que el estadio se encontraba en una especie de península o isla, rodeada por el riachuelo, lugar donde dicen algunos podría haber nacido el mismísimo Napoleón en lugar de la conocida isla de Corcega.Nos detuvimos y preguntamos a un flaco que pasaba, "Flaco..., disculpa, ¿la cancha de Arenas?", el pibe no tenía idea, sólo quedaba el camino empedrado delante, a un costado pibes jugan un picado con una pelota naranja, en unos arcos con los colores de Brown de Adrogué.
Dificultosamente logramos sortear los obstáculos, y una vez introducidos en el sendero, solo veíamos humo hacía adelante, un perro sarnoso revolcándose, y a los costados carteles(paredes pintadas con cal con algún grafitti) que decían como ir al estadio(¿Emboscada quizá?).Finalmente dimos con la entrada al club, lugar donde nos recibía un cartel de "Bienvenidos putos". Avanzamos metros con el auto, y estaba la entrada a un estacionamiento, local o visitante pregunta la vieja de la entrada, visitante respondemos, y nos manda por el pasillo (el pasillo es un descampado).Caminos por el "pasillo", y dos tipos que venían de frente, pegan un grito...."ehhhhh gente", y nos señalan hacia un costado, sale un viejo quejándose del frio de una ventana casi oculta, y tira un chiste, "Después del partido pasen y le damos dos pesos", "Pasa que tendrían que pagar para que entre la gente acá", se rie un poco, y después si cobra las entradas.Ingresamos al estadio, nos encontramos con dos tribunas, local y visitante, y en la local un pequeño vip (tribuna techada de 2 metros x 2, techada con chapa), alrededor solo descampado, y una descomunal cantidad de abono de caballo. Otra de las particularidades esta detrás de un arco, que da hacia el riachuelo, y la pelota solo se puede ir a buscar mediante una flota (un botecito pedorro).Comienza el partido, el resultado es anécdotico, gano Argentino de Quilmes por 2 a 1. En pleno partido los policías boludeaban al alcanzapelotas, pidiéndole que les tire una bocha, para jugar en la base. Mientras tanto en la tribuna local, se halla un personaje peculiar, y probablemente el jefe de la hinchada de Victoriano, un gordo con un vozarrón importante, que grita "Victorianooo, Victorianoooo".Fue un típico partido del ascenso, esos partidos en los que los jugadores no marcan la diferencia, sino el hincha puteador que está pegado al alambrado puteando al Lineman.Termina el partido, los intercambios de insultos entre hinchadas es constante, y a pesar de que los visitantes estaban en mayoría, el vozarrón empareja el duelo.

Vista aérea de la cancha de Victoriano Arenas

Fuente: http://fanzine-copyleft.blogspot.com/

Estadio Monumental "Jose Fierro"

Club: Atlético Tucumán

Nombre: Jose Fierro

Capacidad: 25.600 personas

Ubicacion: entre las calles 25 de mayo, Chile, Laprida y Bolivia, San Miguel de Tucumán.



Inaugurado un 21 de mayo de 1922, bajo la presidencia de don Isauro Silva.

Al momento de su inauguración fue bautizado como "Grand Stadium" por sus características monumentales que lo convertían en el más grande en dimensiones de todo el norte argentino, excusa que sería propicia para que los más importantes clubes de sudamérica lo visitaran y Atlético Tucumán adquiriera roce internacional desde la misma década del 20 a la fecha.Con el tiempo le fue asignado su nombre real, estadio profesor "José Fierro" en reconocimiento a un gran presidente y mejor dirigente que Atlético tuvo, no sin antes ser bautizado por el periodismo como Estadio "Monumental", apodo con el cual la gran mayoría del público lo conoce.


Peratta, el espartano

"En el 00, cuando estábamos por subir al micro con Morón y escuchamos unos gritos: la hinchada de Almirante. Fue atrás de la popu local. Al micro no po- díamos subir porque lo iban a dar vuelta, así que nos plantamos. Eran 50, pero para mí eran 10.000. Di, recibí, todo. ¿Te digo la verdad? Me sentía un espartano." Anécdota de Sebastián Peratta, actual arquero de Vélez, cuando comenzó su carrera en el Deportivo Morón.

Fuente: Diario Olé. Entrevista Completa

Los Traidores

En el segundo tiempo nos pegaron un peludo inolvidable, pero estaba por terminar y no nos habían vacunado de nuevo. Yo miraba el reloj cada veinticinco segundos, desesperado porque terminara de una vez por todas el suplicio chino. «Quedáte tranquilo, Nicanor, que están muertos», me tranquilizaban los hermanos. «Ya sé, ya sé», contestaba yo, en una mueca semisonriente, y con ganas de descuartizarlos con una sierra de calar. Yo los veía a los nuestros, al otro lado del océano verde, y el pecho se me hinchaba de orgullo. Seguían cantando e insultándolo a Gatorra en cuatro idiomas, indiferentes a las burlas y al oprobio. ¡Qué no hubiera dado por estar entonces del otro lado! Pero de inmediato giraba hacia mi derecha y la veía a ella, tomadita del brazo del viejo, indefensa, pura, increíblemente hermosa, y me decidía a tolerar unos minutos más.Pero lo que pasó entonces fue demasiado. Faltaban cinco. Se escapa Gatorra y enfrenta al arquero. Le amaga y lo pasa. Se detiene. La hinchada visitante grita enloquecida. El arquero vuelve sobre sus pasos. El Traidor, con la sangre fría de un cirujano, vuelve a enganchar y el guardameta pasa como una tromba para el otro lado. A mi alrededor deliran. Pero falta. Porque el inmundo ése se da vuelta con las manos en jarra, observa parsimoniosamente a la heroica hinchada del Gallo, y le da a la bola un tacazo disciplicente en dirección al arco vencido. Para terminar de perpetrar su osadía, se acerca al alambrado y empieza a besarse el harapo verdinegro que los turros ésos usan de camiseta.



Fragmento del cuento "Los Traidores" de Eduardo Sacheri. Cuento Completo
Gracias Santiago, por la recomendación.

Que lindo es el fútbol

Ahí estaba. Después de 5 años realmente ahí estaba. Calentando un banco de suplentes con el número 17 inscripto en la espalda. A lo que luego justificaría, claro: Yo pedí usar la número 17, ya que esa casaca vestí cuando viajé por primera vez con Primera. Para mí esto fue como empezar de cero. Analizando mínimamente la frase se sobreentiende que está hablando un jugador que estuvo fuera del campo de juego por alguna lesión u otro motivo. Claro, pero no. Lo dice un hincha. Un hincha que no estuvo alejado del fútbol pero sí de la institución de la cual es fanático. Un hincha del buen juego, poseedor de la 10. De esos que convierten goles en una final con la rodilla rota. Amante de la joda, como vos, como yo.
Entró faltando 30 minutos para que termine un partido chato. Y ahí, en ese momento el equipo cambió. Cambió porque había entrado un hincha al campo de batalla. De esos que van para adelante, cabeza agacha y pelota al ladito del pie buscando el pase justo para habilitar a un compañero.
La actualidad del país impidió que el estadio coreara su nombre. La corrupción que aparentemente algunos la disfrazan de violencia quiso prolongarlo una fecha más y en exclusiva para hinchas de Quilmes.
Sin embargo en cada casa de cualquier hincha del Cervecero con consciencia de clase no se pudo reprimir. Los hinchas “infiltrados” dentro del estadio seguro sintieron escalofríos. Se evidenció una sonrisa de oreja a oreja al ver que el 10 (que no es 17) entraba en la formación de un equipo que volvía a tener a un hincha del club en el campo de juego.
Un equipo que entre sus 11 titulares no posee por lo menos uno que sea hincha de la institución no tiene identidad. Uno va a la cancha a ver a 11 jugadores que pueden estar jugando tanto en tu equipo como en otro que les da absolutamente lo mismo. Esos equipos no son lindos de ver. O por lo menos no lo son para mi.
Señores, Giampietri “el máquina” Adrián volvió a Quilmes. Sin embargo eso es un detalle. Lo que celebro es que mi equipo volvió a tener identidad. Esa que ojalá tu equipo y el resto algún día tengan para que el fútbol vuelva a ser ese deporte que en algún momento fue lindo de ver.

Enviado por Patricio, gracias por el aporte!

Florencia Romano, primera árbitra en el fútbol argentino

Un remís, que le regaló la mitad de los 28 pesos que vale el viaje desde San Fernando hasta Valentín Alsina, la dejó en la cancha casi dos horas antes de que empezara el partido. Ahí -después de atravesar lo que alguna vez fue un complejo industrial, al costado de un brazo del Riachuelo- le deseó suerte la casera de la cancha de Victoriano Arenas, que ya había acondicionado un cuarto de su vivienda para que sirviera como vestuario. La chica -de conjunto negro, aun antes de calzarse el traje de árbitro- saludó con una sonrisa, recibió un ramo de flores de parte de la comisión directiva local y enseguida se metió en la piecita. El enérgico silbatazo que pegó a las cuatro de la tarde fue el anuncio del triunfo en su primera batalla: Florencia Romano se estaba convirtiendo, en ese exacto momento, en la primera mujer en dirigir un partido de primera división de varones del fútbol argentino.Su caso había llegado a la Cámara de Diputados en setiembre de 1996, cuando se plantó en huelga de hambre en la puerta misma de la AFA para denunciar lo que consideraba una decisión discriminatoria en su contra. Pero ayer, contenta con lo que ella misma evaluó como una buena actuación, tuvo solamente palabras de agradecimiento porque la dejaron dirigir.No la amedrentaron los cantitos (por ejemplo, un rapidísimo Qué contenta se te ve/debutás con Victoriano/que es el macho de la D, ni el pedido de Queremos a Florencia/que traiga a las amigas, ni un cartel, algo más grosero, acerca de qué le falta para dirigir en la A. Por el contrario, Romano -enrolada, enhorabuena, en las filas del castrillismo- sancionó cada jugada brusca y sacó sin titubeos las tarjetas que tuvo que sacar. El primer futbolista en ser expulsado por una mujer -en una cancha- fue Gustavo García, el defensor de Muñiz que evitó con la mano un gol de Arenas; también les mostró la roja al arquero local, por insultar a un rival, y al 8 visitante, por una murra.El próximo objetivo de Florencia (27 años, tucumana, estudiante de arquitectura, sin novio) es conseguir un sponsor o una beca que le aporte más de los 47,11 pesos que cobra por cada partido de estos. Hasta aquí llegó con ayudas eventuales de funcionarios de Gobierno y la colaboración de su amiga Miriam, que fue quien le consiguió un colchón tras un mes de dormir sobre una pila de diarios en un departamento completamente vacío.Pasadas las nueve, después de redactar en un bar el informe del partido, la árbitra estaba esperando el 60 en Constitución, con las flores en una mano y el bolso -también negro- en la otra. "Sí, puede ser que haya entrado en la historia del fútbol argentino" dijo, firme.

Fuente: Diario Clarín

La venganza

Año 1989, última fecha del torneo, en ese entonces Villa Dálmine si mal no recuerdo ya había obtenido el campeonato, CADU sin embargo necesitaba un empate para salvarse de la primera temporada en su historia en Primera "B", la derrota lo condenaba inevitablemete a jugar la próxima temporada en la "C", de lo contrario descendían Arg. de Rosario o Def. de Belgrano.
Un multitudinario apoyo recibió el Celeste en Campana, pero el milagro no ocurrió, a los 40 del segundo tiempo, Sena definió ante la salida de Cisneros y condenó al conjunto de Zárate. Nada pudo hacer el increible gol que se perdió el "Beto" Ojeda en la boca del arco en el último minuto.

Pasaron ocho años, mientras Villa Dálmine jugaba en el Nacional "B", CADU tuvo que jugar dos años en la "C" y luego un año en la "D", hasta que en el 94 ascendió a la "B" de la mano del "Colorado" Diez. Villa Dálmine se encontraba en la "B" esa temporada pero en la última fecha descendió a la "C" al empatar con Dep. Merlo, entonces, otro año más sin poder disfrutar del clásico.
Al contrario que en el 89, CADU logró mantenerse en la "B" mientras que Villa Dálmine andaba de mal en peor, perdió el apoyo de la fábrica Siderca que durante más de 35 años lo había apoyado y por lo tanto tuvo que cambiar su nombre por Atlético Campana. CADU siguió en la "B" y Atl. Campana se mantuvo en la "C" hasta 1996 donde consiguió el ascenso luego de ganar la final contra L. N. Alem.

El fixture indicaba que se debían enfrentar en la última fecha, primero en Campana, y fue un domingo, en una calurosa mañana de Diciembre, antes de Navidad, CADU lo pasó por arriba a Atl. Campana en el segundo tiempo, atacando hacia la popular de Av. Mitre donde estaban las mas de 2000 almas que llegaron de Zárate, primero Cristian "Pulga" Pereyra de penal y luego Daniel "el uruguayo" Sierra por arriba de Capeletti hicieron delirar a la multitud que llegó desde Zárate con ese 2 a 0. CADU pudo festejar un triunfo luego 20 años sin poder ganar en ese estadio.

Y llegó el 14 de junio de 1997, CADU ya se había salvado del descenso fechas anteriores si mal no recuerdo luego de empatar 0 a 0 contra Def. y Justicia, mientras que Atl. Campana empató el 7/6 contra Talleres (RE) en Campana y no lo salvaba por completo.
La historia de esa tarde de 1989 se repetía, pero los roles se intercambiaban, el que se salvaba del descenso con el empate era el violeta, mientras que CADU, se había preparado especialmente para este partido incluso no había puesto todos los titulares en la fecha anterior.
La tarde fue lluviosa, incluso muchos partidos que decidían el descenso no se jugaron como Alem - Colegiales, pero el árbitro Gabriel Brazenas consideró que el estadio de CADU estaba apto para jugar, el sector que debían ocupar los hinchas de CADU estaba completo, sin embargo los hinchas del "Viola" llegaron tarde y no en la cantidad de gente que se esperaba.

El partido empezó con CADU intentando buscar el triunfo, y así "vengar" lo de aquella tarde de 1989.
Antes de los 10 minutos del primer tiempo, llegó la alegría, Alberto "Nene" Ocampo tuvo un tiro libro a aproximadamente 25 metros del arco de Capeletti, disparó y Alberto Ojeda (el mismo que se perdió ese gol increible en el 89) confundió al arquero "viola" y la pelota ingresó al arco. Fue delirio en Zárate.
El partido siguió, Campana atacaba, pero había una muralla que se llamaba Gualdoni, el arquero de CADU estaba invensible esa tarde, se atajó la vida.
Faltanto poco Itabel se iba a ir expulsado en Atlético, y ahi se terminó el partido ya el grito había anticipado la gente los días anteriores, se cantó sin parar los últimos 15 minutos hasta que llegó el pitazo final de Brazenas, y ahi fue locura total, la gente invadió el terreno e incluso hubo VUELTA OLIMPICA, CADU había ganado SU torneo, y logró olvidar esa tarde del 89.


Fuente : http://ar.geocities.com/elcadu/
Gracias Gastón por la colaboración.